La charrería, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, ha encontrado en Cuadra Erre un foro para ser expuesta, para ser enseñada a quienes quieran ser parte de este tesoro nacional. Este arte y tradición es considerado por sus miembros un medio de transmitir a las nuevas generaciones valores sociales importantes como el respeto y la igualdad de todos los miembros de la comunidad.
Ven a conocer más de este arte con nuestro charro mayor, José Tejeda, el compadre y con la escaramuza más chula y hábil, Miss Gaby, no te pierdas sus ensayos, sus espectáculos y sus lecciones.
AUTOR: JOSÉ DE JESÚS "PEPE" HURTADO. AGUASCALIENTES, AGS.
Hoy en día, asociaciones y escuelas especialmente dedicadas la charrería forman a miembros de las comunidades, entrenándolos incluso para participar en competiciones. La organización de concursos públicos o charreadas permite a los espectadores admirar la destreza de los charros en el arte de arrear y jinetear yeguas y toros cerriles.
Luciendo una indumentaria tradicional –con sombreros de ala ancha para los hombres y chales de colores para las mujeres los charros hacen gala de sus habilidades a pie o a caballo. Son artesanos locales los que diseñan y fabrican la vestimenta, el equipamiento, las sillas de montar y las espuelas que forman parte del arte tradicional de los charros.
Luciendo una indumentaria tradicional –con sombreros de ala ancha para los hombres y chales de colores para las mujeres los charros hacen gala de sus habilidades a pie o a caballo. Son artesanos locales los que diseñan y fabrican la vestimenta, el equipamiento, las sillas de montar y las espuelas que forman parte del arte tradicional de los charros.
Vestirse de charro, es como vestirse de caballero, sabiendo bien que el segundo no precisa del primero. Que más que el traje por fuera importa el traje por dentro, más que la gala del traje la gala del sentimiento. Por eso un buen charro sabe que esta cubriendo y luciendo con noble traje, su firme nobleza de caballero. Vestir de charro es: vestirse dos veces de caballero. Vestirse de charro es como vestirse de México, sus minas en sus espuelas, sus cumbres en sus sombreros. Pero no solo por fuera es vestirse de México, que al mineral de la patria y a la cumbre de sus cerros en la estrella de la espuela y en la cima del sombrero, han de juntar plata viva, lo noble del pensamiento, lo firme de la palabra y lo claro de los hechos No solo en el lienzo charro hay que ser charros, hay que serlo en el lienzo de la vida, en éste encendido lienzo, en el que con más bravura y menos lucimiento, hay que demostrar diariamente, a galas y jineteos con el ardor de la sangre, el gesto de caballero. Vestirse de charro es como vestirse de México, y todo buen charro doblemente caballero, sabe a cuánto se obliga un hombre que va vestido de México. Del poeta español Manuel Benítez Carrasco.
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